Profesaremos el amor al hombre con la misma quietud que se posan las mariposas sobre el esquejel de las flores.
''Todos somos Dante en la sonrisa de Beatriz''
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26/7/11
10/6/11
11/3/11
¿ Qué tienen en común un reloj y tu vaina de vainilla ?
Uno de mis más preciados deseos, almendrado Aleph, es que el patrón de medida temporal sea distinto al actual.
Poco a poco me he ido dando cuenta del foco de mi aislamiento, del tuyo, del de ellos, de que no nos sentimos en absoluto representados por los minutos, segundos, horas y patrones temporales establecidos:
<<¡Somos como la
la vainilla...!>>
Es lo que denomino yo'' el eterno despotismo de Cronos'' reinado del complejo-circunflejo y cejudo acordeón principal culpable de la literatura ruptura y atonalidad de nosotros los amantes.
Poco a poco me he ido dando cuenta del foco de mi aislamiento, del tuyo, del de ellos, de que no nos sentimos en absoluto representados por los minutos, segundos, horas y patrones temporales establecidos:
<<¡Somos como la
la vainilla...!>>
Es lo que denomino yo'' el eterno despotismo de Cronos'' reinado del complejo-circunflejo y cejudo acordeón principal culpable de la literatura ruptura y atonalidad de nosotros los amantes.
29/1/11
17/1/11
Appassionata- Liszt
¿ Qué ocurre cuando cualquier lugar del mundo se hace ''propicio'' para tu actividad favorita ?
1/1/11
En su cueva de Zaratustra se enfrentaban sus pies y sus lágrimas frías al son de Rachmaninov.
El vals ''de Pitol'', absurdamente dilatado en aquella relectura nocturna , la mefistofeleaba, descabezaba y desentrañaba aún más, como si el inmundo hubiese sido hecho para ellos.
Guillermo imaginado en el café Albéniz de Alhamar era lejanía , sus ojos pardos ennegrecidos, su tacto al piano oscurecido, Freddie en el techo enmudecido , sus hermosos dedos callados estremecidos
estremeciéndola tras el desamor...
En su cueva, en la aurora, se reencontraba al fin en el superhombre.
El vals ''de Pitol'', absurdamente dilatado en aquella relectura nocturna , la mefistofeleaba, descabezaba y desentrañaba aún más, como si el inmundo hubiese sido hecho para ellos.
Guillermo imaginado en el café Albéniz de Alhamar era lejanía , sus ojos pardos ennegrecidos, su tacto al piano oscurecido, Freddie en el techo enmudecido , sus hermosos dedos callados estremecidos
estremeciéndola tras el desamor...
En su cueva, en la aurora, se reencontraba al fin en el superhombre.
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