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29/1/11

La destrucción o la belleza.

3 comentarios:

  1. En eso consistía su venganza: en ser extraordinariamente bella por fuera e inquietantemente profunda por dentro, como el mar y algunos pozos.
    Así, cuando anochecía y sin ser apenas notada rompía con ahínco los zapatos de cristal y se calzaba los pies de corredora.

    No se sabe cómo, pero a la vuelta siempre se encontraba las mismas cenicientas y había de enfrentarse de nuevo a la acostumbrada tarea de romper-zapatos.

    En su trayecto de vuelta , la arena lamía con recelo sus diamantinos pies para asegurarse así de que volviera al amenecer siguiente por sus playas ...

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  2. Hola!! a ver si consigo dejarte un comentario!!
    Me encanta que compartas parte de lo que pasa con esa cabecita :)
    Ánimo, guapetona!!
    Nos vemos por las tierras de los blogs, jajajaja

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