En eso consistía su venganza: en ser extraordinariamente bella por fuera e inquietantemente profunda por dentro, como el mar y algunos pozos. Así, cuando anochecía y sin ser apenas notada rompía con ahínco los zapatos de cristal y se calzaba los pies de corredora.
No se sabe cómo, pero a la vuelta siempre se encontraba las mismas cenicientas y había de enfrentarse de nuevo a la acostumbrada tarea de romper-zapatos.
En su trayecto de vuelta , la arena lamía con recelo sus diamantinos pies para asegurarse así de que volviera al amenecer siguiente por sus playas ...
Hola!! a ver si consigo dejarte un comentario!! Me encanta que compartas parte de lo que pasa con esa cabecita :) Ánimo, guapetona!! Nos vemos por las tierras de los blogs, jajajaja
En eso consistía su venganza: en ser extraordinariamente bella por fuera e inquietantemente profunda por dentro, como el mar y algunos pozos.
ResponderEliminarAsí, cuando anochecía y sin ser apenas notada rompía con ahínco los zapatos de cristal y se calzaba los pies de corredora.
No se sabe cómo, pero a la vuelta siempre se encontraba las mismas cenicientas y había de enfrentarse de nuevo a la acostumbrada tarea de romper-zapatos.
En su trayecto de vuelta , la arena lamía con recelo sus diamantinos pies para asegurarse así de que volviera al amenecer siguiente por sus playas ...
Hola!! a ver si consigo dejarte un comentario!!
ResponderEliminarMe encanta que compartas parte de lo que pasa con esa cabecita :)
Ánimo, guapetona!!
Nos vemos por las tierras de los blogs, jajajaja
Un abrazo, Luciérnaga.
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